El trabajo de Irene Lasivita explora los vínculos entre naturaleza, sociedad, cultura y tecnología en materiales y soportes diversos que van de la pintura a los videojuegos, del muralismo a la realidad virtual. Sus coloridos universos, poblados por seres ambiguos – entre mágicos y misteriosos, humanos y animales – nos invitan a reflexionar sobre la continuidad de las formas de vida, al interior de un ecosistema que reniega de las oposiciones y diferencias entre las especies.

Inspirada en lecturas sobre la poshumanidad y la hermandad de lo viviente, Lasivita construye espacios singulares, preciosos, que se proponen como escenarios de modos de vida y experiencias divergentes. Lo hace a través de un cruce poderoso de imágenes provenientes de la historia del arte, las narraciones fantásticas y las ilustraciones infantiles, en diálogo con el diseño informático, las animaciones digitales y las ambientaciones de realidad virtual. De la unión de todos estos recursos surge una visualidad propia de nuestro tiempo, sobre la cual la artista monta su propuesta de pensar la contemporaneidad.

Todo este andamiaje imaginario se complementa con una perspectiva espiritual que apunta a una respuesta emocional por parte del observador. En los mundos digitales, Lasivita reconoce rituales tecnopoéticos y las energías vitales del color luminoso, las profundidades sintéticas y la electricidad. Sus obras son portales que nos conducen hacia estas experiencias: sobre cada uno de nosotros pesa el desafío de aceptar la invitación a compartirlas.